noviembre 17, 2004
Típica intromisión bruseliense
El compañero Miguel, antes en El Cairo y ahora en Bruselas saluda a los sufridores en casa. Hay dos tipos de viajero, el vocacional, para el que viajar es parte consustancial de quien es (en un momento de su vida al menos) y siente curiosidad e interés por el lugar al que llega; luego está el viajero circunstancial, aquel que tiene que viajar por alguna otra razón que el placer, o la voluntad de hacerlo (ej. trabajo). En ambos grupos de viajeros, pero sobre todo en los viajeros circunstaciales, se da con frecuencia que entran en un círculo vicioso de crítica y falta de adaptación y el prisma a través del que mirán su derredor se va empañando y oscureciendo cada vez más. Sería estupido que yo dijese que hay que dejarse de quejas y ser feliz, que la vida es una fiesta, porque en realidad está llena de responsabilidades, obligaciones, dificultades y obstáculos pero en el fondo sí es cierto que debemos contar con una dosis de...libertad, de cómo se encajan las cosas, cómo se responde, cómo se adapta uno y ahí entra el sentido del humor, la resignación y el sacrificio bien entendido, el optimismo. Yo creo que de todo esto la blog de José es un ejemplo, un ejercicio de transformar esa crítica compulsiva, con la que empecé a divar, en una ironía divertida, compartida e inofensiva. Olé Joselin por resistir, y por tu salud mental!! El hacker BXL!
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